Años atrás, el Papa Francisco provocó sentimientos encontrados entre muchos cubanos que criticaron su confesión acerca de la estrecha relación que mantenía con Raúl Castro. Sin embargo, el general cubano se ausentó el jueves de la Misa de Acción de Gracias por el Pontificado del Papa Francisco, realizada en la Santa Iglesia Catedral de La Habana.
En el primer palco de la Catedral estaban el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, el canciller Bruno Rodríguez y otros altos funcionario del régimen de La Habana, todos vestidos de blanco.
El Nuncio Apostólico en Cuba, Antoine Camilleri, agradeció a Díaz-Canel por su presencia en la ceremonia religiosa en honor al Santo Padre, fallecido el pasado 21 de abril, quien confesó mantener "una relación humana" con Raúl Castro.
Medios oficialistas en la isla divulgaron el lunes el texto de un mensaje con la firma de General de Ejército en el que se dirige así al Sumo Pontífice:
"Fue usted un hombre íntegro y consecuente que reciprocó con afecto y buenaventura la relación humana que forjamos. Conservo gratos recuerdos de los encuentros que sostuvimos y aprecio significativamente su cariño hacia el pueblo cubano y su contribución personal para fomentar un diálogo fraternal y de entendimiento en las relaciones entre Cuba y la Santa Sede, que se fortalecieron durante su pontificado. Su vida y papado fueron ejemplo de infatigable bregar en defensa de la paz y la fraternidad entre los pueblos. Su preocupación constante por los acuciantes retos que enfrenta la humanidad y su dedicación y compromiso con la búsqueda de una solución viable, y a la vez sostenible, a esas problemáticas, serán ejemplo para todos. Tal como me manifestó en una ocasión, también lo llevaré para siempre en mi corazón".
De hecho, Castro afianzó las relaciones con el Vaticano al recibir dos visitas papales, la del Papa Benedicto XVI en el 2012 y la del Papa Francisco en el 2015.
En ese intervalo, el general de 93 años tuvo el apoyo de Francisco durante el inédito acercamiento entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, impulsado por la Administración de Barack Obama en diciembre de 2014.
En mayo de 2015, Francisco y Castro se reunieron en el Vaticano por más de una hora. Tras ese encuentro, el gobernante cubano dijo que había leído todos los discursos del Santo Padre y sorprendió con esta declaración: “Si sigue hablando así, voy a empezar de nuevo a orar y regreso a la Iglesia Católica. Lo digo en serio”.
En ese entonces Radio Vaticano informó que el Sumo Pontífice había pedido a Castro que rezara por él.
“El gobernante cubano se tocó el pecho con la mano a la altura del corazón y confesó al oído del papa Francisco: ‘es la visita más importante de toda mi vida. De verdad’”, relató ese medio.
Esa visita a la Santa Sede estuvo precedida de un viaje a Moscú, calificado por la prensa rusa de "muy espiritual" porque se reunió con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Un año después, Castro propició el histórico encuentro en La Habana entre el patriarca Kirill, Cirilo I de Moscú, y el Papa Francisco, el primero entre los máximos líderes de las Iglesias Católica y Ortodoxa en casi mil años de cisma.
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